METAL DEPLOYÈ
Dimensiones de las mallas (pinche aquí)
El metal deployè (o metal expandido) se obtiene cortando y posteriormente estirando el material base, sin pérdida de material y soldadura.
Las mallas de metal deployé tienen múltiples usos: filtros, vallas, pasarelas, escaleras, protecciones contra el ruido, división, decoración, piezas de muebles o superficies para secado. Los materiales utilizados incluyen el acero al carbono, pregalvanizado o inoxidable y aluminio. Las mallas más comunes son romboidales o hexagonales.
El metal deployè puede ser aplanado bajo petición. Debido a que, por su forma tridimensional, presenta torsiones y deformaciones, el aplanado dependerá de la malla, hilo, el espesor y la resistencia del material. Igualmente, puede ser laminado de forma que la curva de la malla quede completamente aplanada. Este acabado puede aplicarse adicionalmente a la gran mayoría de las mallas que disponemos. Cuando se lamina el material, el ancho de la chapa puede aumentar en función del espesor de la malla, pudiendo corregirse recortando el ancho de la chapa (a petición del cliente).
Para definir una malla deployé, debemos identificar los 4 parámetros principales que forman la nomenclatura de la malla: diagonal corta (DC, la distancia entre centros de dos rombos verticales), diagonal larga (DL, la distancia entre centros de dos rombos horizontales), hilo (H, la distancia entre un rombo y el siguiente rombo) y espesor (E, el grueso de la chapa de origen).
El metal deployè se comercializa tanto en rollos como en chapas y sus medidas dependerán, básicamente, de en qué posición coloquemos la diagonal larga.